POCOS USAN EL TREN, QUE DEPENDE DE LA AYUDA DEL ESTADO

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NEUQUÉN
A medio año de su inauguración, el Tren del Valle funciona con un promedio de 1500 pasajeros al día. A esta altura, los curiosos y los incrédulos quedaron atrás. Los que ocupan los asientos son más que nada trabajadores y estudiantes, que deben cruzar constantemente a uno y otro lado del río. Por eso, los coches viajan llenos a primera hora de la mañana y al caer el sol. Sin embargo, el proyecto aún está lejos de sustentarse económicamente.

Entre los pasajeros, lo que más se valora del tren es su bajo costo, de 4 pesos por viaje, la mitad que en colectivo. También que pueda unir Cipolletti con Neuquén en menos de 20 minutos y cumplir estrictamente con el horario de llegada.
Aun así, en la mayoría de los viajes son más los asientos vacíos que los ocupados. En esto influye que el trayecto sea limitado y que haya que esperar más de una hora entre una salida y otra.
Por ahora, el servicio cumple más una función social que económica para la empresa estatal Operadora Ferroviaria, encargada de la administración del Tren del Valle. La recaudación del servicio, de casi 150 mil pesos al mes, no alcanza para cubrir los sueldos de los 35 empleados, entre banderilleros y boleteros. Los seis choferes que están al frente de los coches pertenecen a la firma Ferrosur, que los cede a partir de un acuerdo con Nación.
Francisco Ezquerra, coordinador del Tren del Valle, indicó no obstante que el balance para los administradores es positivo. Agregó que no están previstos ajustes por el cambio de gobierno a nivel nacional, aunque tampoco tienen planificada una ampliación del recorrido. “Por ahora, sigue todo igual con el servicio y no tenemos novedades de posibles extensiones”, explicó.
Dijo que el promedio de usuarios es el mismo de los primeros meses y aclaró que “si bien hubo una merma por las vacaciones en enero y febrero, el tren se sigue usando bastante y se mantienen los 1500 pasajeros diarios”.
Desde la delegación local del sindicato La Fraternidad coincidieron en que se logró un flujo de pasajeros constante, aunque señalaron que existe una demanda aún insatisfecha de quienes viven en barrios alejados y otras localidades. “Nos preocupa lo que pase con los proyectos que había de ampliar el recorrido”, contó el segundo delegado a cargo, Pantaleón Guanque.
Indicó que así como apostaron durante años a la vuelta del tren, insistirán en la meta de llegar por lo menos de Senillosa a Stefenelli o Roca. Pero esperarán a que se organice todo para solicitar que se avance con las propuestas que presentaron en su momento.
El Tren del Valle se inauguró en julio del año pasado con gran expectativa del público. Cada semana recorre 32 veces los 6 kilómetros que separan la estación neuquina de la cipoleña. Aunque logró consolidarse como alternativa para los que van de una zona céntrica a otra, queda pendiente la masividad. En la ciudad, gran parte de la demanda de transporte está en los barrios populosos del oeste, donde la bocina del tren todavía no se escucha.
La palabra de los que viajan
“Yo uso el tren para estudiar. Viajo al mediodía y, en ese horario, hay bastante gente que viene a Neuquén a trabajar. Estaría bueno que fuera para el otro lado porque llega casi hasta Plottier, pero sólo para descansar”.
Ezequiel
Estudiante

“Yo viajo en el tren para pasear, más que nada cuando queremos salir a algún lado, cuando andamos en el centro de Neuquén. Es mucho más barato que el cole para ir a Cipolletti, que son como 20 pesos. Y es tranquilo”.
Héctor
Vecino de Neuquén.

“Voy en el tren a Cipolletti para hacer trámites y está bueno porque es rápido. En colectivo, depende del horario, tardás más de 30 minutos. Estaría bueno que lo amplíen para toda la gente que viaja en la ciudad”.
Haydeé
Vecina de Neuquén

Menos flashes
Las selfies ya son parte del pasado

Por estos días, son pocos los que buscan el Tren del Valle como paseo o atractivo turístico. Quedó atrás la clásica postal de los primeros días, con jóvenes sacándose la foto con el celular y abuelos con lágrimas cargadas de recuerdos. Hoy la estación sigue llena todo el día, pero la mayoría son usuarios del colectivo tratando de cargar saldo a la tarjeta SUBE y el resto, los que eligen viajar sobre rieles para ahorrar plata o llegar más rápido.
El colorido cruce del tren sobre el río Neuquén, que causó asombro entre los primeros viajeros, se realiza a diario sin que muchos se molesten en mirar por la ventanilla. La novedad quedó atrás y lo que se mantuvo fue la elección del servicio por sus comodidades.
“En un primer momento, era mucha la gente que lo usaba como algo turístico, te dabas cuenta porque los veías sacando fotos del tren; de eso ahora se ve muy poco, alguno de vez en cuando”, contó Pantaleón Guanque, delegado de los choferes.
Dijo que el horario en que los trenes van llenos “te demuestra que lo usa principalmente el que trabaja, porque es en las horas de inicio de la mañana, los primeros servicios, un poco al mediodía y cuando cae la tarde, que ya vuelven todos a sus casas”.
LM Neuquén
23/02/2016